La Seguridad Social tiene como finalidad garantizar a los trabajadores, y a los familiares o asimilados que tuvieran a su cargo, la protección adecuada en las situaciones en las que lo necesiten, como en los casos de enfermedad, accidente, jubilación, desempleo, orfandad, etc.
Nuestro sistema de seguridad social se basa en el principio de solidaridad entre generaciones;
esto significa que las generaciones jóvenes pagan cotizaciones para que, con
ellas, se financien las prestaciones de los mayores o necesitados.
En el sistema español de Seguridad Social existen, a efectos de las prestaciones, dos
niveles:
- Modalidad contributiva: Incluye a los españoles residentes en España y extranjeros residentes legalmente en España, siempre que ejerzan una actividad profesional en territorio nacional.
- Modalidad no contributiva: Incluye a personas que no hayan cotizado y no tengan recursos económicos.